viernes, 21 de diciembre de 2007

Noche de minas

Que agradable salir con mis amigas, hablar hasta por los codos y callar los asuntos importantes y aun así, sentirte comprendida.

¿te acuerdas? ¿me entiendes? ¿será posible?

Lenguajes aprendidos en la infancia y al finalizar la noche, solamente GRACIAS.

martes, 18 de diciembre de 2007

Viajes bolivianos: El caso de las filas

Las filas bolivianas independientemente de su cometido final, suelen ser las más largas, alborotadas y chismosas… “al de la maleta negra le rechazaron esto” “a la se la bolsa roja le pidieron aquello”, también suelen ser las más abundantes en irregularidades.

En un ejemplo, antes de que te llegue el turno en la fila de facturación puedes descubrir que a pesar de la limitante de los 35 kilos por persona, existen pasajeros dispuestos a pagar 20 kilos de exceso (muchos de esos kilos se deben a las famosas encomiendas). Pero en el punto inicial, no es extraño que alguien prefiera pagar el peso en oro, lo realmente extraño es tratar de descifrar la cara de poker que la señorita utiliza para decir “El avión es pequeño y no se permite sobre equipaje” es posible que lo diga esperando una estampida de gente asustada que pregunte si se puede atravesar el océano en avioneta… es posible… pero la señorita no se detiene, luego comenta “es mejor que deposite su equipaje por mar ya que a pesar de que pague no es seguro que llegue”… en ese momento piensas “esta tipa nos está tomando el pelo y en cualquier momento nos señala la cámara oculta”… esperas … y nada… es tu turno. Agradeces secretamente que el equipaje que te permites es el que puedes cargar y cuando la balanza muestra 15 kilos piensas que debes hacer más ejercicio. Y jurarías que hay una cámara oculta, pues la conversación de esta señorita de cara de poker no es normal. “Solo puede llevar una bolsa de mano” “no lo sabía, llevo cosas delicadas y por eso no las puedo facturar pero son bolsas muy pequeñas” “¿No puede meter una bolsa dentro de la otra?” “¿¿¿???”.

Y con la cara desconcertada vas a la siguiente fila, donde tienes una revelación divina y comprendes muchas cosas del modo de ser de un boliviano. Esta fila es más confusa que la anterior, muchas caras extrañas pero todos se hablan con la mayor naturalidad “llevo en el equipaje de mano (lista detallada de los objetos de valor)” entre estas conversaciones encuentras personas buscando dinero en las carteras (como si necesitaran encontrar el billete más viejo para pagar) y piensas… por eso nos roban con tanta facilidad.

Durante las horas de vuelo se siente la hermandad, apoyo incondicional de tus congéneres y casi te sientes identificado con las historias que escuchas, pero algo ocurre en el cielo, momento antes de aterrizar, entonces volvemos a ser ruines, nerviosos, desconsiderados… y cuando tenemos que enfrentarnos a las últimas filas del viaje (para bajar del avión, en migración, recoger el equipaje y salir del aeropuerto) los nervios nos traicionan y el cansancio nos mata… nos apretamos como ovejitas y repetimos movimiento mientras el tiempo pasa pero los pasajeros no.

martes, 11 de diciembre de 2007

Queridoblogdospuntos

No sos vos... soy yo

lunes, 10 de diciembre de 2007

Publicidad impresa

Están los que usan siempre la misma ropa, los que hacen promesas, los que imploran mirando al cielo, los que creen en supersticiones…
Y están los que siguen corriendo cuando les tiemblan las piernas, los que siguen jugando cuando se les acaba el aire, los que siguen luchando cuando todo parece perdido, como si cada vez fuera la última vez.
Convencidos de que la vida misma es un desafió…
Sufren…
Pero no se quejan
Porque saben que el dolor pasa
El sudor seca
El cansancio termina
Pero hay algo que nunca desaparecerá: “La satisfacción de haberlo logrado”
En sus cuerpos hay la misma cantidad de músculos, en sus venas corre la misma sangre, lo que los hace diferentes es su espíritu, la determinación de alcanzar la cima.
Una cima a la que no se llega superando a los demás
Si no superándose a uno mismo.

Nike

sábado, 8 de diciembre de 2007

Burocracia

El viernes tuve que hacer los trámites para renovar el documento de identidad, que acredite que existo… este dibujo de Quino expresa de mejor manera en que situación estaba … sin palabras…

jueves, 6 de diciembre de 2007

La edad de los amigos

Determinar la edad propia y la de los amigos solamente por los años cumplidos resulta muchas veces un tanto injusto y porque no decir, deprimente, los años pasan tan rápido que por lo general no estamos de acuerdo con los años que tenemos. Cuando tenemos muy pocos queremos crecer rápido y a partir del momento en que crecemos queremos detener el tiempo. Ante este razonamiento, planteo una nueva manera de calcular la edad, una relacionada al esquema de diversión a la que podemos acceder, la diversión es una actividad que nos marca la vida.


Empezamos con la edad pasadizo, graderías o calles abandonadas. No tienes un centavo en los bolsillos pero a cambio cuentas todavía con una salud de hierro que te permite mezclar licores que a partir de cierta edad no volverás a tomar.


En esta edad lo compartes todo, los centavos, los puchos, los vasos, los prendes… como todos tus amigos (incluyéndote) viven en casa de sus padres, nadie cuenta con un lugar decente donde se pueda reunir la tropa. Sin embargo siempre existe un grupo más suertudo que cuenta entre sus filas al hijo de gajo que tiene a sus padres fuera hasta las 6 de la tarde. Caso que terminará pronto, cuando los padres empiezan a descubrir los estragos de una borrachera casi infantil.


La edad fisiológica de esta etapa es variable, pero la mayoría la cumple concienzudamente hasta salir de colegio. Aquellos afortunados (piensan los que todavía pasan sus tardes en plazuelas cada vez mas concurridas) saldrán de casa para empezar la universidad, así que pertenecen al grupo privilegiado con hueco propio, donde puede meter a 15 o 20 amigos siempre y cuando la dueña de casa no los vea.


Es una etapa de transición, no ha cambiado tu situación económica, compartes algunas cosas, y otras… con menos entusiasmo. Y aunque habrán fines de semana donde la fortuna sea buena y las monedas te permitan probar aquellos nombres que solo has escuchado en la televisión, mayormente te espera el bien conocido y cada vez menos querido trago a granel.


Pasas a la etapa siguiente, el día que tienes dinero suficiente para una chupa un poco menos que mortal, entrada para la discoteca y taxi de vuelta. Esta es una clara señal de que has madurado (en especial si logras guardar el dinero para el taxi de vuelta evitando convertir la chupa en mortal… esta bien dejémoslo en guardar el dinero para el taxi) y vas creciendo un poco más cuando el dinero te alcanza para tragos mas sofisticados e incluso botellas enteras en un bar (entre 5 o 6 amigos).


La edad del ocaso es la edad karaoke, la discoteca te parece muy llena de fetos, la música ya no te suena familiar y aunque puedes invitarle a un trago a cada mina linda que veas, te preocupa cometer estupro… o que sea amiguita de un sobrino o familiar.


Y la última de todas es aquella en la que solo compras una botella de colección para la reunión con todos tus compatriotas (pueden variar desde las botellas de colección de tragos nacionales, a ediciones especiales de internacionales) y se quedan en casa recordando batallas perdidas y después de dos o tres copas llaman a casa a sus esposas, maridos… o peor aun… a sus hijos para que vayan por ellos, porque a esta edad ya no importa que tengas casa propia o puedas firmar un cheque con mas de 5 ceros sin que sea rebotado… a esta edad darías todo lo que tienes por volver a las gradas de la calle Grau, al bar el cuchillo, a las calles de Yotala a compartir los puchos, las ñatas y resolver la vida con un “no te rayes y chupate seco”.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Llamada del destino

-¡Ring! ¡Ring!

- ¿Hola?

- (voz susurrante) Seven days

- ¿¡Quién habla!?

- (clic) tuu tuu tuu

lunes, 3 de diciembre de 2007

Historia sin giro

Los trastornos de personalidad han sido estudiados por poetas y sicólogos, he leído más trabajos de los primeros sólo porque tienen mejor redacción que los segundos.

Este caso no es diferente ni singular, simplemente es uno mas de los tantos que tiene el mundo, ni mas severo ni mas intolerable, se podría decir incluso que fue la vergüenza de los trastornos por ser el atrasado de la clase. En la única materia que se distinguió con un diez fue en la de incoherencia entre personalidades.

Se distinguen principalmente, la niña fresa, la mujer pragmática y el lobo de los cuentos. Gracias a sus diferencias no logro reconocer bajo que signo he nacido y resulta ser un problema cuando quiero revisar mi horóscopo.

La querida niña fresa, es la que no ha cumplido los quince años, se negó a soplar las velas y mantiene en suspenso a sus invitados, inocente y consentida por todos, utiliza la Masterd Card de papá para mitigar sus preocupaciones cotidianas de conseguir el look fashion del día. Las respuestas que da a la vida, parecen salidas de un concurso de belleza, no sabe cocinar y cuando sea grande quiere ser como la princesa de España (una periodista que no ejerce y vive a todo lujo) por cierto, esos son los únicos datos que tiene de ella.

La mujer pragmática vive en un mundo tan real que logra oscurecer hasta los días rosa de la niña, un mundo lleno de cálculos de probabilidad, sin dios ni esperanza, a veces despierta entusiasmada con algún proyecto… otros me repite al oído que he perdido mi tiempo y que “a mi edad” debería poder enumerar mis logros y rectificar mis errores. Es una mujer hecha y derecha, educada dios sabe por quien, bajo creencias estrictamente feministas, ambas sospechamos que es la única irrealidad de su personalidad. Segura de si misma y realmente competente, es capaz de beber de un tirón un botellín de cerveza y sabe que cada copa se paga, tarde o temprano. Es mi personalidad preferida para salir los sábados.

El problema del lobo de los cuentos es que es un personaje que nació para perder… mas de una vez lo engañaron, le dispararon y lo utilizaron como ejemplo de todo lo que NO debes hacer en esta vida. A pesar de los detalles del estereotipo que debe cumplir, es un personaje honrado que se busca la vida a través de medios incorrectos. Detallista hasta la enfermedad, planifica ataques inverosímiles y sueña con las fiestas de gala a las que nunca lo invitarán. Celoso, posesivo, con tendencias maniaco depresivas y muy preocupado por la higiene. Soñador compulsivo, amante inoportuno, corazón ambivalente que puede pasar del amor al odio sin mayores explicaciones. Enamorado de todas, comprometido con ninguna.

A pesar de lo que pueda argumentar la mujer pragmática, la masculinidad de esta personalidad no proviene del estereotipo de hombre promiscuo ejemplificado en las historias, el lobo de los cuentos nació ante la necesidad de crear un sujeto capaz de equilibrar la relación entre dos féminas distintas entre si, dicho de otra manera, para evitar el asesinato vano de una de mis personalidades y el suicido por remordimiento de la segunda.

Si todos ellos lograran definir sus competencias y se hiciera cargo de lo que mejor saben hacer, no me importaría ser el conserje de tan singular edificio.
Sin embargo, es claro que ocurre todo lo contrario… la niña fresa acude a las disertaciones de negocios, la mujer pragmática asusta a todos los caballeros que intentan enamorarla con vanos juegos sentimentales… y el lobo feroz… acapara todas aquellas actividades donde la probabilidad de triunfar era casi perfecta.

Pero la lucha de poder llega más lejos, buscando las eternas diferencias se niegan a reconocer las similitudes que los unen y cierran los ojos ante las evidentes muestras de galanteo que ofrecen mis muchachas y el constante rechazo de parte del lobo.

Si acordamos que, como dice el refrán “el amor agudiza todos los sentidos menos el común” y a esto le añadimos la tendencia humana de pensar que el pasto del vecino es más verde, se obtiene como resultado una mezcla peligrosa además de bastante ridícula.

La niña fresa va de compras y con el mejor traje de dos piezas juega a ser una gran ejecutiva, el interés por los acontecimientos económicos termina cuando el dependiente le pregunta “¿tarjeta o efectivo?”

La mujer pragmática como falsa niña prepuber no engaña a nadie… ni a ella misma. El vano intento de encajar bajo un estereotipo falso la confunde y el desconocimiento de estos límites la delatan…

Y como he repetido tantas veces durante esta historia, el caso del lobo de los cuentos… no podía ser de otra manera, el esta enamorado de un imposible, del único ser que no se entrega a su juego, aquel que no esta definido, que vive a la sombra, que no puede amarlo… una servidora.



La mujer invisible
Junio de 2006